martes, 25 de septiembre de 2007

Texto de José Combiln sobre la Vida Religiosa

Los interrogantes de la VidaReligiosa en el Siglo XXIJosé Comblin*1.. Una siittuaciión de crriisiisDesde la gran revolución cultural del Occidente en 1967/8, estegran cambio que ha sacudió las instituciones, las doctrinas, lasideologías, las jerarquías sociales de todo el tipo, inclusive lasinstituciones religiosas, provocó que muchos religiosos y religiosasentraran en un estado de crisis debido a una fase de inseguridad.Surgieron dudas sobre el valor y el significado de su vocación y ellos oellas se cuestionaron cuál era su lugar en el mundo actual. Muchosaguantaron y soportaron este estado de crisis hasta el final de la vida.Otros y otras no aguantaron más y prefirieron entrar en la inseguridad dela vida fuera del convento, aunque muchas veces tuviesen que sufrir porla inadaptación después de años de vida conventual.Esta crisis no fue superada y sigue siendo latente porque no harecibido la respuesta adecuada. En la realidad, muchos en la Iglesia noentendieron o no quisieron entender el sentido de aquella crisis. Muchosprefirieron cerrar los ojos y atribuir la crisis a una perturbación temporaldebida a los cambios conciliares. Éstos pensaban que con el retorno a ladisciplina se volvería a la calma y tranquilidad. Fue lo que no sucedió.Otros habían atribuido la crisis al contacto con la nueva cultura queemergió en las últimas décadas y pensaron que cerrando las puertas yventanas se podría proteger los institutos religiosos de la contaminaciónde cultura exterior. ¡Error! Cuántos religiosos y sobretodo religiosas sequedaron protegidos hasta los 30 y 40; entonces la inseguridad que de* Sacerdote secular, escritor. Vive en Brasil.LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI55NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIApronto surge con mucha más fuerza y de manera irresistible. Salen delinstituto después de 20 años o más. Es la señal evidente de que el modode proceder no fue correcto. No es normal que una persona adulta dejeun compromiso después de 15 o 20 años. Algo ha ocurrido de errado.En la realidad, la crisis de los religiosos es solamente un aspectode una crisis generalizada de la Iglesia Católica y difícilmente podrá sersuperada sin que sea superada la crisis de la Iglesia. Las señales deesta crisis son evidentes: millones de católicos entre los mejores, losmás formados y los más comprometidos en el mundo actual, se retiraronde la Iglesia de manera insensible hasta el momento en quedescubrieron que ya no tenían nada en común con ella. La Curia romanaatribuye esa crisis a los pecados de los contemporáneos, como atribuyela crisis de los religiosos a los pecados de los propios religiosos. Nuncase quiere examinar lo que provoca realmente esta crisis.Otra señal de la crisis es ésta: la Curia romana entregó la direcciónde la Iglesia a los movimientos integristas, tales como el Opus Dei o losLegionarios de Cristo. Es una señal de que se pretende levantar unabarrera muy alta para separar la Iglesia del mundo. Tiene la ilusión deque va reconquistar el poder sobre el mundo por la fuerza de estosinstitutos integristas. La Curia romana sabe que hay una crisis, pero noquiere aceptar el hecho y piensa que va a resolver el problema por lafuerza del integrismo. No es novedad: ya se pensaba así en Roma enlos tiempos de Pio IX o de Pio X o de Pio XII. Cada vez más la Iglesiaperdió a sus mejores hijos. Esta reacción es señal de la presencia deuna crisis profunda pero negada violentamente. La Iglesia romana estáde tal manera entregada a los integristas que ya se rumorea quequienes van a elegir el siguiente Papa, será el Opus Dei, y muchospiensan que es casi seguro. En las crisis, lo más fácil es entregarse auna dictadura s alvadora.Esta crisis no es propiedad de la Iglesia Católica. Es una crisisgeneralizada de todas las religiones institucionalizadas o de todas lasinstitucionalizaciones de las religiones. Sucede que el cristianismo es lareligión más institucionalizada y por consiguiente es la que sufre conmás violencia la crisis. Los historiadores observaron que ya hubo en lahistoria de la humanidad una crisis de similar envergadura. Hubo ungran cambio cultural alrededor de 500 años antes de Cristo en muchasJJOSÉ CCOMBLIN66RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044regiones del mundo como, en la China, en la India, en el Oriente Medio,en la Grecia. Solamente no hubo algo semejante en las Américas, y deallí la gran debilidad de los pueblos americanos cuando entraron encontacto con el mundo euroasiático.El gran cambio de ese tiempo fue la racionalización de lasmitologías y de los ritos. La religión anterior era mucho más espontánea,irracional. Era una protección contra las amenazas de la vida, contra losmales físicos, psicológicos o sobrenaturales, contra la muerte, laenfermedad, las fuerzas de la naturaleza. Constaba esencialmente deritos el modo destinado para calmar la angustia. En medio del últimomilenio antes de Cristo, vino la época del surgimiento de una razónabstracta con la crítica de lo irracional, la crítica de los mitos y de losritos y la fundación de grandes conjuntos religiosos racionales en vistade la superación de la angustia. Se hizo la distinción entre lo racional ylo irracional: los filósofos griegos, los profetas de Israel, los líderesfilosóficos de la India y de China, Confucio y Buda quisieron superar lasantiguas mitologías con sus ritualismos y fundar religiones másracionales, menos espontáneas y más legitimadas por razones. Lasmitologías no desaparecieron, sino que fueron relegadas a un planoinferior. Permanecieron como la religión básica de los analfabetos,siendo despreciadas por la clase intelectual.Hubo una racionalización de las mitologías construyendo sistemasteológicos: surgieron una teodicea o concepción racional de Dios, unacosmología racional, una antropología racional, una sociología racional yasí otras más. Nada de esto obedecía todavía a la que hoy llamamos larazón científica, pero la racionalidad consistía en la elaboración deconceptos -por ejemplo el concepto de Dios- y en un juego dededucciones a partir de conceptos supuestamente racionales. Ladeducción daba una impresión de racionalidad. Esta impresión todavíasigue hoy en día en los últimos defensores de la escolástica medieval, y,de manera general, en la cultura clerical de todas las religiones.En el judaísmo profético nació una teología racional, unaantropología racional y así otras más. Todo eso todavía muy cerca delas mitologías, y bien diferente de la vida de Jesús, pero muyimpregnado del movimiento cultural racionalizado. Los antiguos ritosLLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI77NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAfueron racionalizados y formaron grandes liturgias donde cada rito tieneun significado racionalizado propio. Surgió una codificación de lascostumbres y tradiciones atribuidas a los dioses y los integraron en elsistema teológico. Finalmente hubo un clericalismo de las funcionessagradas. Como gratitud de todo eso, nació y creció un clero queadquirió cada vez más importancia social. Fue la época de losclericalismos. Entre Dios y los pueblos están los clérigos cuya mediaciónha sido como indispensable. Era la primera gran crisis de la religión: lahumanidad pasó de los ritos de la protección a los sistemas religiososvividos como racionales. Fue una primera victoria de la razón humana,pero ésta fue vivida como una crisis radical por las religiones mástradicionales. La lucha de los profetas contra la religión popular es unode los fenómenos de esta crisis.El cristianismo histórico se ha formado dentro de este contexto. Elcristianismo invoca a Jesús como su fundador. Pero al lado de lainfluencia de Jesús la mayor parte del sistema cristiano viene más deotras fuentes, exactamente de la influencia cultural que anima las clasesintelectuales de la humanidad desde los años 500 antes de Cristo. EntreJesús y el cristianismo hay una gran distancia. Jesús se distancia delsistema religioso de su tiempo, y por lo tanto sigue siendo siempreactual. Después de él fue construido todo un edificio dogmático, litúrgico,moral, que convirtió a la Iglesia en algo bien distinto de aquello que Élhabía vivido y mucho más similar a las grandes religiones mundiales quesurgieron en esta época histórica (Vs.a.C. - XXs. d.C.).Sin embargo, estamos hoy en día ante una segunda gran crisis. Loque está en crisis, es todo este mecanismo. El 68 fue la fecha simbólicaque marcó el rechazo de los grandes relatos, o sea, los grandessistemas de la explicación del mundo y el rechazo de todo sistemainstitucional que pretendía disciplinar y encuadrar a la humanidad en supensamiento y en su actuar. Es el fin de la edad de la deducción y de laabstracción. Las Iglesias cristianas y la Iglesia católica en medio deéstas fueron las más afectadas. Lo que quedó desprestigiado ydescalificado fue la teología, la liturgia, el código moral, y sobre todo elclero y la estructura clerical con su pretensión de dirigir a la humanidad.JJOSÉ CCOMBLIN88RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044Todo esto nada tuvo que ver con el ateísmo clásico o con elcomunismo. Por el contrario el marxismo fue tratado como la últimareligión, el último gran relato con su teodicea, su moral, su liturgia y sobretodo su clero. La Iglesia ha perdido medio siglo luchando contra elmarxismo, sin darse cuenta de lo que estaba realmente sucediendo en lahistoria. No le faltaron las advertencias, pero lo propio de los sistemasdictatoriales es la ceguera.El gran cambio no destruye la religión, ni crea un ser humanototalmente entregado a la materia. Decir que la religión subsiste, quedaevidente por el surgimiento de innumerables grupos religiosos oespiritualistas en el mundo. El hombre y la mujer de hoy son tan sensibles ala religión como los anteriores, pero ellos crean nuevas espiritualidadesdentro de su cultura. Los creadores de estos movimientos religiosos no sonlos representantes de las clases tradicionales, pero son las personascualificadas que dedican su vida a las ciencias y tecnologías.Cuando surgieron las señales del nuevo espíritu religioso, algunoshabían entendido que la religión católica tradicional podría resurgir yrecuperar su importancia. Fue una interpretación totalmente equivocada.Al contrario, los nuevos movimientos religiosos son las señales de unrechazo mucho más radical de las Iglesias institucionalizadas que elateísmo de la modernidad, porque crean los substitutos.2.. La viida rrelliigiiosa en lla crriisiis glloball de llas rrelliigiionesEn medio de esta crisis, globalmente la vida religiosa permaneciófijada en el texto del Vaticano II en vez de contemplar la gran crisisreligiosa que se manifestó tan claramente pronto después del Concilio.Sin embargo, el decreto Perfectae Caritatis es un texto totalmenteobsoleto que no nos da ninguna orientación para el futuro. Parece másbien que da la orientación para el pasado. Contemplado desde larealidad donde ahora estamos, es perfectamente ingenuo. Ignoratotalmente los retos de la religión de nuestra época. Con certeza, este esuno de los documentos más débiles del Concilio, pero leído a ladistancia, decepciona porque sí se podría prestar más atención a lossignos de los tiempos que ya existían, aunque en forma más discreta, enaquella época.LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI99NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAPrimero, el Concilio para contemplar la vida religiosa, parte delderecho canónico y define la vida religiosa por el derecho canónico.Puesto que desde el principio él confiere la prioridad a los institutos. A sumirada, la vida religiosa es una institución antes de ser una vida. Esignorar totalmente el estudio hecho sobre las instituciones que ya existíaen aquella época. Se supone que las personas que hicieron la profesiónen un instituto, están viviendo una vida religiosa, viviendo un carismaespecífico. Se supone inclusive que están viviendo una vida cristianaporque están cubiertas por un revestimiento que se afirma cristiano. Nose puede identificar la vocación religiosa con pertenecer a un instituto. Elinstituto orienta para sí mismo muchas de las energías de sus miembros,energías dedicadas a la organización, al poder, a la subsistencia delinstituto. Pensar que se es religioso por haber hecho la profesión de losvotos, es confundir lo jurídico con lo real. Los institutos pueden muy bienmatar a la vida religiosa de sus miembros, como ya fue demostradotantas veces en la historia.Tanto el decreto conciliar como el derecho canónico definen la vidareligiosa por su formalización. Formalmente lo que distingue a losreligiosos son los votos. Entonces los votos aparecen como la esenciade la vida religiosa. Religiosos son los que hicieron los votos. Estoconsta en la formalización de los votos. Tal definición es práctica para laCongregación romana de los religiosos, pero no ofrece la explicaciónsobre la realidad.Es una definición jurídica, que no explica de lo que se estátratando. La realidad de la vida religiosa no está en los votos, sino enuna vida específica con o sin votos. Algunos piensan que viven en lacastidad, en la pobreza y en la obediencia porque hicieron los votos yobservan los votos, tal como son definidos por las constituciones. La leysubstituye la realidad. Es típico de la institucionalización de los últimos2.500 años: el sistema formal substituye la realidad.Se supone, que porque la persona hizo el voto de castidad, ellaescogió no casarse por causa del Reino de Dios. Sin embargo, muchasotras motivaciones pueden haber provocado esta profesión. Porejemplo, hay personas que aceptan el celibato como una exigencia legalpara poder entrar en la institución, así como muchos seminaristasJJOSÉ CCOMBLIN1100RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044aceptan el celibato como condición para el sacerdocio pero de modoalguno por opción personal, ni por la necesidad de su dedicación alReino de Dios. La ley substituye la realidad.Creen que son pobres porque observan las constituciones, o sea,porque siguen la definición de la pobreza dada por el Derecho Canónico ymás aun por el Concilio. La manera como los Padres conciliares definieronla pobreza es puramente jurídica sin un sentido de realidad. Con certezaellos no sabían lo que es la pobreza y no conocían esa inmensa cantidadde pobres que hay en el mundo.En cuanto al voto de obediencia, el Derecho Canónico supone que lavoluntad de los superiores es la voluntad de Dios. Parece ignorar queJesús, para obedecer al Padre, tuve que desobedecer a todas lasautoridades religiosas de su tiempo. Muchas veces las órdenes de lossuperiores proceden de necesidades del instituto, de tal modo que elindividuo es sacrificado por el bien del instituto, lo que se supone ser el biende Dios. O puramente prevalecen razones administrativas. Se puededescubrir en esta obediencia una utilidad ascética, una oportunidad devolverse indiferente, de formar la humanidad o de vencer el orgullo, pero,de manera general, esta obediencia corre el riesgo del desestímulo a lasiniciativas y vuelve a las personas menos auténticas y más sumisas alinstituto. De cualquier manera ella es datada históricamente. La únicaobediencia realmente cristiana es la obediencia a Dios y Dios puedemanifestar su voluntad de muchas maneras. En este sentido la carta deFernando Cardenal desmitificó el voto de obediencia.Estos votos así institucionalizados, no pueden ser de ningún modoseñales de testimonio, de profecía o de esperanza. A la visión de loscontemporáneos surgen como cosas formalistas, convencionales, sinsentido, como sostenimiento de conductas del pasado. Nunca van a atraerni convencer a nadie. Es imposible imaginar que Dios pueda querer queuna persona entre en este esquema, como si ese esquema fuera uncamino de mayor perfección. Las señales de testimonio, la profecía o laesperanza son vidas concretas de personas concretas y no institucionesformales definiendo una forma exterior de castidad, pobreza, obediencia.En la nueva cultura, los institutos no serán por sí mismos signos de nada, oseñales negativas. Signos serán las personas, muchas veces a pesar delLLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI1111NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAinstituto y no por la causa del instituto o porque pertenecen al instituto.Con eso no se quiere decir que no pueda haber institucionalización, decualquier manera ella va a aparecer, pero que es menester hacer eldiscernimiento y saber dónde estarán los signos de profecía, deesperanza o de testimonio.Una señal evidente es que muchos jóvenes están a la búsquedade Dios, aunque ni siquiera sepan cómo es Dios, y que no aceptan esteDios tradicional. No les pasa por la mente que podrían entrar en uninstituto. ¿Qué es lo que sucede? ¿Será que los institutos no surgencomo caminos para encontrar a Dios? ¿Los institutos religiosos sonmétodos para ir al encuentro de Dios o son apenas refugios paraaquellos que quedan apegados al Dios tradicional y procuran unaseguridad en este Dios?¿Quién es este Dios de los institutos? ¿No sería aun el Dios de lacristiandad, el Dios autor y conservador de un inmenso sistema religioso,hecho de dogmas, ritos, preceptos, reglas de disciplina? ¿No sería unDios involucrado en este sistema, siempre a la disposición del clero?Pues, la cuestión de los religiosos hoy en día es la cuestión de Dios:¿cuál es el Dios de ellos? Dentro de la nueva cultura, este Dios asíinstitucionalizado ya no sirve. Hay una realidad fundamental que está enla base de la nuestra existencia, pero ella no se deja confinar en loslímites del sistema que consolidó durante muchos siglos.Durante 2.500 años las instituciones religiosas fueron el sistemanecesario, el apoyo de las personas. Las personas sienten la necesidadde que sean encuadradas en un sistema de dogmas, preceptos,costumbres, ritos y prestaciones y la autoridad es la presencia delsistema que da apoyo y firmeza, seguridad. Éstos eran felices porque elinstituto decidía por ellos, el que daba seguridad total. Hubo una épocaen que muchos religiosos tenían la certeza de estar en el buen caminoporque siempre obedecían. De ahí su felicidad. Estamos entrando enuna época de mayor emancipación de las personas que, si bien viven enmuchas instituciones, no se identifican con ellas de tal manera y buscancada vez mucho más que antes un camino propio. Si el instituto noconstituye una ayuda en el camino personal, lo abandonan. Si noentramos en esta nueva orientación cultural, no iremos preparando elfuturo.JJOSÉ CCOMBLIN1122RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044Es verdad que los institutos que tienen mayor reclutamiento son losque mantienen una disciplina muy fuerte, inspirada en los esquemasmedievales: Opus Dei, Legionarios de Cristo, etc. Logran esto porquepractican un proselitismo inaceptable, manipulando a los jóvenes de talmanera, que más tarde se tornará una fuente de escándalosestrepitosos. Caminan en el sentido contrario a la evolución histórica.3.. La sacrralliizzaciión de lla viida rrelliigiiosaEn la época anterior, hubo una sacralización de las personas que sepresentaban como las más próximas de Dios. Esto apareció en todas lasreligiones. Estas personas son revestidas de un carácter sagrado. Son almismo tiempo objeto de temor, respeto y fascinación. Son verdaderosobjetos religiosos. En la cristiandad los religiosos y las religiosas fuerontratados así: como objetos religiosos, dignos de veneración y sumo respeto,como seres fuera del nuestro alcance pero que pueden intervenir einterceder por nosotros junto a Dios. Se les pide oraciones, bendiciones,piensan que su palabra puede ser milagrosa. Son como santos en la tierra.La jerarquía aprovechó este fenómeno popular e hizo de la profesiónreligiosa un acto sagrado, una sacralización de la persona, unaconsagración. Solamente el hábito religioso, por sí solo, ya es una señal desantidad. Esta fue la convicción popular y muchas veces los religiosos y lasreligiosas supieron sacar provecho de ella y sentirse como si fuesen seressuperiores, sagrados, próximos a Dios.Pero, lo que en el pasado se hizo de su prestigio, hoy día se hace sudesprestigio. Ya no se acepta personas que hagan profesión de ser másperfectos o más religiosos solamente porque tienen un hábito o pertenenciaa una entidad sagrada. La sacralización separa en lugar de fascinar. Lasacralización aparta de Dios porque nadie puede aceptar que Dios necesitede una clase intermediaria para comunicarse con la humanidad.Pero, la señal de la vida cristiana no es lo sagrado sino el amor. Losreligiosos fueron prestigiados por su carácter sagrado, señalado por elhábito. En la mente popular lo que hacía la santidad era la consagración yno el amor. Lo que lo hacía a uno religioso no era el amor, sino los votos delos cuales se dice que son medios para amar. Sin embargo, no hay nadaque le permita pensar que el celibato, la vida comunitaria, la obedienciaLLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI1133NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAsean medios para amar. De aquí la cuestión: ¿cuál es la relación entre lavida religiosa y el cristianismo? Para el cristiano, la única realidad, el únicovalor es el amor. ¿La consagración y sus signos no habían sustituido elamor?La consagración hizo de los religiosos y las religiosas una claseprivilegiada en la sociedad. Aun hoy son privilegiados. Son los únicos quegozan de una seguridad total. También de parte de la autoridad civil recibenmuchos privilegios. Todo eso era un signo en la época anterior, pero no enlos tiempos de hoy y esto es contrario a un testimonio evangélico.4.. Ell poderr dell cllerroEl clero no acepta ser juzgado por su poder. No acepta ser objetode análisis sociológico como si fuese una entidad arriba de lahumanidad, un pedazo del cielo en la tierra. Se atribuye todas las notasevangélicas: él practica el amor, el servicio, su acción es puro servicio,su trabajo es puro sacrificio y dedicación a Dios. Basta leer toda laliteratura en la cual el clero se sacraliza y se coloca arriba de lahumanidad. Durante 2.500 años, esta literatura insoportable, felizmente,los laicos la ignoraron. Durante siglos el clero fue la clase dominante, laclase privilegiada, que se atribuyó el poder supremo en nombre del Diosque pretende representar. En el pasado el poder del clero erareconocido, temido, pero respetado. Hoy día ya no se acepta unareivindicación de superioridad o de privilegio en nombre del clero, ennombre de una clase superior. De hecho el clero perdió muchas de susantiguos privilegios. Sin embargo, en la América Latina todavía losconserva en el medio sencillo y también en las clases superiores en lamedida en que lo sagrado todavía impresiona las mentes. El marketingbusca restaurar y aumentar la sacralización del clero para restaurar supoder. Es apenas retardar el problema. Inevitablemente ese prestigio delclero irá disminuyendo.Los religiosos no pertenecen al clero por definición. En principio, lavocación religiosa es diferente de la vocación clerical. Pero, solamenteen principio. En la práctica, la inmensa mayoría de los religiosos sonmiembros del clero, hubo una acción sistemática durante siglos por partede los Papas y de los obispos para que los religiosos aceptasen laordenación sacerdotal y entrasen en el clero. De esta manera participanJJOSÉ CCOMBLIN1144RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044del poder del clero. ¿Cómo combinar ese poder clerical con los votosreligiosos? ¡Para muchos parece que no hay problemas! Para losinstitutos y los religiosos basta que haya un pedido del Papa y de lajerarquía para justificar cualquier cosa. Se supone que ésta busca elReino de Dios. Pero la historia muestra que la realidad es mucho máscompleja. En muchos casos la integración en el clero disminuyó muchola libertad de los religiosos, también los apartó de su propio proyecto. Selos vació de todo lo que tenían de profético, de testimonio o deesperanza. Siendo personas, pueden salvar la vida religiosa tambiéndentro de la vida clerical. Pero no es la regla general y, lainstitucionalización clerical enflaquece la vocación específica, a pesar delas excepciones.A parte de eso hay otro problema. Entrar en el clero en una clasepoderosa, privilegiada, dotada de muchos poderes, ¿cómo puede ser talsituación conciliable con la vocación religiosa? Hubo muchas reticenciasen el inicio de la vida monástica, como también por parte de S.Francisco. La insistencia romana fue más fuerte. La consecuencia fueque muchos jóvenes entraron en un instituto religioso no por vocaciónreligiosa sino para ser sacerdotes. Después, ellos trabajan en parroquiasy ejercen ministerios típicamente clericales. Por fin no subsiste ningunadiferencia entre sacerdotes seculares y religiosos, salvo en el sentido deque los religiosos son más ricos, más poderosos porque disponen de lafuerza de un instituto. ¿Qué pasó con la intención específica de dichavida religiosa? Ella desapareció, y de hecho, aparentemente, ella estábastante apartada de las preocupaciones diarias de muchos religiosos.Las religiosas nunca fueron admitidas en el clero. Nunca entraronen la clase privilegiada. Sin embargo, la jerarquía logró que la vidareligiosa femenina se realizase dentro de institutos aprobados por ella ytotalmente subordinados a su autoridad. De este modo las religiosasfueron subordinadas al clero y consideradas por el pueblo comoauxiliares del clero o como un clero de segunda categoría. No tienen losprivilegios del poder del clero, sino que son vistas como subordinadas aéste clero. La jerarquía explicó que este era el verdadero camino de lasantidad y ellas no pudieron discutir. Solamente en estos últimosLLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI1155NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAtiempos, algunos institutos procuran volverse independientes del clero,aunque continúen dependiendo de una sagrada congregación romanatípicamente patriarcal. Hoy día innumerable mujeres buscan realizar unavocación religiosa fuera de los cuadros de los institutos religiosos.5.. Medellllíín y lla CLAREn América Latina, sí hubo un corte radical con el propósito dedescubrir la vida religiosa dentro de la nueva cultura y de la nuevasociedad. La gran ruptura que no se logró en Vaticano II, tuvo lugar enMedellín. El texto de Medellín rompe con los textos del Vaticano II. Estoparte de dos principios. Primero, lo que tiene prioridad es la caridad y elamor. En la delantera está el amor y no los votos de los cuales se hablarelativamente poco. El segundo principio es la relación de los religiososcomo pueblo latinoamericano. La vida religiosa no puede definirseindependientemente de la situación, de las expectativas y de la misión de laIglesia situada en un momento bien determinado de la historia. Se damenos valor al universal, atemporal y más valor al circunstancial. ¿Seráesta perspectiva la que la CLAR intentara salvar hasta el fin, hasta hoy?Pero el valor de Medellín no se encuentra en los textos. Los textos,por si mismos, no cambian nada. Medellín provocó y justificó la migraciónreal y material de muchos religiosos y religiosas para el mundo de lospobres, hacia aquella otra cara de la América Latina de la cual la Iglesiaestaba ausente o casi ausente. Estos religiosos y estas religiosas hicieronuna experiencia que les cambió radicalmente la vida. Quiero citar un soloejemplo. Acabo de leer el libro de las memorias1 de un gran amigo, el P.José Aldunate Lyon, sj. Él fue el jesuita perfecto. Fue provincial y ocupótodos los lugares importantes en su provincia de Chile. Él está ahora con 86años. Cuenta cómo su vida cambió radicalmente cuando en 1973 (tenía 56años) entró en la vida obrera en Calama, en la gran mina de cobre deChuquicamata. Él dice que esto cambió radicalmente toda su vida. A partirde entonces, él se lanzó en una serie de iniciativas de compromiso con lospobres y las víctimas de la sociedad. No todos escribieron su vida y suexperiencia. Pero creo que el testimonio del P. Aldunate permite entender la1 Un peregrino cuenta su historia, ed. Ignacianas, Santiago de Chile, 2003.JJOSÉ CCOMBLIN1166RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044experiencia de millares de religiosos y religiosas. Ellos y ellas vivieron unaruptura y entendieron la vida religiosa de otra manera. La novedad noestaba en los textos. Estaba en una experiencia de vida radicalmentenueva que llevaba a examinar la vida religiosa de modo deferente. Lo queera esa experiencia: era pasar del nivel de los votos al nivel de lacaridad, del amor, que el P. Aldunate descubrió viviendo entre losmineros de Chuquicamata. Se manifestó claramente el reto de la vidareligiosa hoy día: ¿cómo ser cristiano, o sea, vivir la caridad?Estas nuevas experiencias crearon conflictos internos en cadainstituto o casi todos. Por una parte había religiosos y religiosas queestaban haciendo una experiencia de inserción real, material, en un mundopopular. Por otra parte había una gran parte de los miembros del institutoque no querían adoptar esa línea. Las nuevas experiencias podrían invocarMedellín y una interpretación de Vaticano II a la luz de Medellín. Los otrosestaban apegados a la continuidad de la vida de su instituto.Hubo reuniones y asambleas de “aggiornamento” en todos losinstitutos religiosos. Pero esas reuniones solamente corrigieron algunosaspectos secundarios. Nunca pudieron o quisieron tocar la estructura delinstituto, menos aún la estructura canónica de la llamada vida religiosa.Teóricamente todos aceptaban entrar en la perspectiva de Medellín. Pero lamayor parte quería quedarse en el discurso y solamente una minoría queríaaplicar el discurso en la realidad. Sucedió lo que sucedió en el conjunto dela Iglesia. En el nuevo derecho canónico o en el nuevo catecismo: eldiscurso introdujo un cierto vocabulario conciliar, pero la realidad siguiósiendo rigurosamente la misma. Así como lo nuevo nada tiene de nuevo yel nuevo derecho canónico nada tiene de nuevo, los aggiornamentos de losinstitutos religiosos no trajeron nada de radicalmente nuevo, ni tomaron encuenta las experiencias de sus miembros.Después de haber pasado más de 30 años, este conflicto nuncasuperado, provocó un gran desgaste. Ya que la estructura no cambió,las nuevas generaciones fueron preparadas y formadas en la estructuratradicional con un discurso conciliar. Los jóvenes aprendieron que elConcilio era un nuevo discurso y nada más. La realidad continuabasiendo pre-conciliar. De ahí una ruptura de continuidad. Los religiosos yLLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI1177NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAreligiosas que estaban insertos en el mundo popular no se multiplicaronporque la formación no fue hecha a partir de ellos o de ellas. En lospocos casos en que los insertos pudieron orientar la formación, crearonnuevos conflictos porque un día los jóvenes descubrieron que el institutono era lo que se les había dicho.Los religiosos y religiosas que hicieron experiencias de presenciamaterial en el mundo popular descubrieron que su modo de vida exigíareformas estructurales y que sus opciones personales nunc a seríanaceptada por los institutos en su conjunto, sino apenas toleradas, si nohubiese reformas estructurales. Esto todavía permanece como reto a serasumido.6.. Prresentte y ffutturroHoy día la generación de Medellín y de la CLAR ya está llegando auna edad avanzada. Dentro de 20 años ella habrá desaparecido. No pareceque después de ella habrá continuidad. Sin embargo, esa generación dabaa muchos la impresión de tener resuelto el problema de la vida religiosa:estaba inserta en la vida de la humanidad y estaba a la espera de suliberación. Los religiosos y las religiosas tenían descubierto una manera derevitalizar su vida religiosa, dándole un nuevo sentido. Sin embargo, esainserción en el mundo de los pobres estaba ligada a la esperanza de unaverdadera liberación de los oprimidos. Hoy día es necesario repensar elsentido de ésta presencia en el medio de los pobres.Sin embargo, hoy día sabemos que la liberación de los pobres serámucho más lenta, mucho más misteriosa, de lo que se pensaba en aqueltiempo. La liberación está más allá que nunca. Las estructuras dedominación son mucho más fuertes y los pobres se volvieron los excluidos.Además los pobres ya no están luchando por su liberación. Ellos estánsiendo manipulados por la sociedad de consumo. Buscan medicinas oconsuelos inmediatos. Sin embargo, están sintiendo su incapacidad. Estánaprendiendo toda la pobreza de la pobreza. Hace 25 años se podría escribirsobre la fuerza de los pobres. Lo que es más evidente hoy día es ladebilidad de los pobres. Basta mirar la actitud de los pobres de hoy: unapasividad casi completa, mucho más profunda de lo que hace unageneración. Por consiguiente, los movimientos de liberación dejaron deofrecer a los religiosos y religiosas una nueva razón de ser. Allí está el retoJJOSÉ CCOMBLIN1188RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044de los pobres, más desafiante que nunca, pero también más oscuro quenunca. Las Iglesias abandonaron a los pobres y se entregaron a lasnuevas élites del poder: buscan una salvación en el marketing. Todos,laicos y religiosos, enfrentan la tentación de pasar al lado de los pobressin mirar, como en la parábola del samaritano. Los pobres entran en eldiscurso, pero no van más allá de ello.Lo que se pensaba sin solución, fue un episodio altamentesignificativo y que tendrá que ser considerado de ahora en adelante,siempre. Pero no es una solución para la época histórica en queentramos. Entonces volvemos al problema básico de la vida religiosa.Allí está el problema. Lo que se pensaba ser la solución, no fue yentonces el problema es más agudo de que nunca.Los institutos existentes son el producto de una historia que es unahistoria de cristiandad. Nacieron en un periodo histórico de cristiandad,en una sociedad que solamente sobrevive al margen de la historia. Estoquiere decir que muchos aspectos son apenas formas históricastransitorias y todavía obsoletas.Necesitamos volver a los orígenes anteriores a la sociedad decristiandad. Los institutos más antiguos son aquellos que ofrecerán másprobabilidad de renovación porque dependen menos del contexto de lacristiandad en que nacieron. Los institutos recientes son más débilesporque no tienen raíces en la historia anterior a la cristiandad y sonmucho más dependientes de una época.En vistas al futuro, podemos recordar algunos principios. Elprimero es que, la vida religiosa en el sentido canónico, no es unacreación cristiana, no es algo específico del cristianismo. Hubo y haymonjes y monjas en otras religiones. En sí, es un fenómenoindependiente del cristianismo y que tiene sus estructuras propiasindependientes del cristianismo.Un segundo principio es que la vida religiosa no aparece en elNuevo Testamento. No hay nada semejante a la comunidad de Qumrány Jesús nunca pensó en grupos o comunidades de personas separadasde las otras y considerados como más religiosas. Lo que se llama devocación religiosa viene de otras fuentes, pero no viene del evangelio.LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI1199NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAPorque las llamadas del evangelio son iguales para todos. Jesús no creócategorías. Los religiosos cristianos son los que transformaron la vidareligiosa común para integrarla en el cristianismo. No es evidente quelos religiosos sean cristianos. Necesitan adaptar a su opción de vida elcristianismo: por ejemplo, subordinar todo a la caridad. Los monjesbudistas no hacen esa integración toda en el am or y el amor no es suprincipio fundador. Sin embargo, si examinamos las conferencias deCasiano, que se refirieren a la vida de los monjes del Oriente, sobre todode Egipto, también el centro no es el amor. Subsistía el desafío: ¿cómopuede un monje practicar el amor? Los monjes cristianos necesitantransformar mucho el modelo monástico y las generaciones siguientesfueren corrigiendo ese modelo de vida a partir de la prioridad del amor.Pero, esto es un reto permanente. La llamada vida religiosa no es por símisma vida de amor. Ella necesita ser integrada dentro del amor yorientada por ello, lo que no se hace espontáneamente.Al lado de estos principios constatamos un hecho: muchos jóvenesoptaron por una vida de servicio independientemente dedenominaciones religiosas, inclusive muchas veces sin referenciareligiosa explícita. La vida religiosa nace o renace de manera informal,no institucionalizada. Cuando una forma de vida religiosa seinstitucionaliza parece un inmenso desafío. Este es el desafío de laactualidad. Al lado de esto varios institutos practican diversas formas depropaganda vocacional como empresas que reclutan personas. Estascampañas vocacionales se refieren a un mundo comercial: se hace lapublicidad para atraer personas como promesas de satisfaccionespersonales.Cuando un instituto ya está en esa necesidad, se puede decir queperdió su razón de ser. Ésta ya no resplandece. Una vocación religiosaes algo muy libre y personal. Si no hay una vocación personal profunda,no tendrá raíces y va crear una infinidad de problemas que van perturbarla vida de las comunidades. Hacer propaganda es querer sustituir aDios. Si Dios llama, esta persona encontrará el sitio dónde realizará sumisión. Querer atraer es inaceptable. El propio S. Benito enseña que esnecesario estar muy seguro de la vocación de una persona. En lugar deJJOSÉ CCOMBLIN2200RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044atraer, conviene desanimar para ver si la vocación es seria y profunda.En lugar de facilitar, se debe dificultar. Si se dice que con eso no habrámás vocaciones, está errado. Puede ser que no haya más vocacionespara tal forma histórica de vida religiosa. Pero la experiencia demuestraque hay muchos jóvenes interesados en una vida dedicada a Dios – cono sin ese nombre.7.. Prriinciipiios tteollógiicosA. Un primer principio es que cristianismo y vida religiosa pertenecena dos órdenes distinto. Pueden coincidir en la misma persona, pero nonecesariamente.En efecto, la vida religiosa existe de una manera semejante enotras religiones. La vida religiosa en sí no es un fenómeno típico oexclusivo del cristianismo. Hay monjes no cristianos y monjes cristianos.La vocación cristiana y la vocación religiosa pertenecen a dosórdenes distinto. La vocación cristiana procede de Jesús por intermediode la comunidad de los cristianos. Una persona es llamada por uncristiano o una comunidad cristiana, representando la Iglesia toda, elpueblo de Dios. Jesús llama por medio del pueblo de Dios.La vocación religiosa no procede del pueblo de Dios. No es elpueblo de Dios que llama a alguien para ser religioso.También no existe ninguna llamada directa, específica de Cristopara que una persona sea religiosa. No existe ninguna llamada directa,como mística o de comunicación directa entre Jesús y el religioso. Elreligioso podrá sentir esa vocación religiosa como una llamada directa einmediata de Jesús, pero es apenas un hecho subjetivo que viene de lacoincidencia entre su condición de cristiano y su vocación religiosa. Unmusulmán o un budista podrá también pensar que siente una llamadapersonal de Dios. Él tiene razón en el sentido de que Dios está en elorigen de todo lo que está en la vida humana, de los dones y tendencias.Si una persona siente la necesidad de dedicar su vida a Dios, esto vieneen última instancia de Dios, pero procede directamente de la estructurade personalidad.LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI2211NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAPor eso, la cultura influye mucho. En una cultura esencialmentereligiosa como en la cristiandad, habrá muchos jóvenes inclinados parala vida religiosa. En otra cultura, el número disminuye y puede serreducido a cero, como acontece en la Europa actualmente. A parte deeso hay muchas personas que sienten más o menos 50% de inclinaciónpara la vida religiosa. Si un religioso o cualquier persona bienintencionada insiste, ella consigue convencer al joven que tienevocación. Si un instituto es muy fuerte, muy cerrado, él sustenta esavocación. Una vez que la institución pierde fuerza, pronto muchossienten que no tenían vocación. En todo eso Dios está siempre presentey Dios dará más vocaciones en la cristiandad que en la pos-cristiandad.Él hace eso por medio de la cultura.En cuanto a la vocación sacerdotal, ella viene de la comunidadcristiana, de la Iglesia. La Iglesia llama y nadie tiene el derecho de decirque está llamado por Dios directamente. Los ministerios son conferidospor la Iglesia.B. No hay en el Nuevo Testamento dos vocaciones. En la EdadMedia se pensó así y fue doctrina común. Se decía que Jesús habíallamado a la gran mayoría para una vida cristiana más fácil, queconstituiría en seguir la ley. Y Jesús tenía reservada una vocaciónsuperior y más exigente para algunos que no seguirían solo la ley, sinotambién los consejos, llamados por eso evangélicos.Esta doctrina de los consejos evangélicos no tiene fundamento. Elcelibato no es un consejo dado por Jesús: Jes ús constata un hecho,pero no llama a nadie, ni siquiera a los apóstoles para ello. No hayconsejo de pobreza. El joven rico no recibió una vocación religiosa sinouna vocación cristiana. Él quiere ser perfecto. Para Jesús ser perfecto esser discípulo, o expresando la idea en nuestro lenguaje, es ser cristiano.Todos los cristianos son llamados a la perfección y el amor a los pobreses exigencia para todos. Mucho menos, aparece una vocación para laobediencia a una regla o a un superior. No hay ninguna mención deaquello en el Nuevo Testamento.La vida religiosa no constituye una santidad mayor, como si fueseun estado superior de santidad. Así fue enseñado durante siglos. Perosin fundamento, aparte del fundamento cultural de la cristiandad. Pues laJJOSÉ CCOMBLIN2222RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044perfección, como dice S. Pablo está en la caridad. Todo el resto essecundario y puede ser inútil.“Aunque posea el don de la profecía, y conozca los misteriostodos y la ciencia entera, aunque tenga una fe como para movermontañas, si no tengo amor no soy nada. Aunque reparta todos misbienes a los hambrientos, y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengoamor, de nada me sirve”. (1Cor 13, 2-3).Hoy día diríamos: “aunque hiciese los votos de castidad, pobreza yobediencia y los practicase perfectamente, si no tuviese amor, yo nosería nada”.Ni siquiera podemos decir que los votos son medios para practicarmejor el amor, o que constituyen una predisposición o una mayorgarantía. Esta doctrina no tiene fundamento ni en la Biblia ni en lahistoria, no se mira por qué el celibato sería un medio para practicarmejor el amor. Jesús no dice nada de esto y S. Pablo recomienda elcelibato por razones que no son del amor. La experiencia demuestra queel celibato puede ser vivido con amor o sin amor. No hay ninguno lazoentre los dos, como lo demuestra también el ejemplo de las otrasreligiones que tienen monjes y religiosos pero no valorizan el amor.También no se mira que la pobreza facilitaría el amor. Jesús invita a darlos bienes para ayudar los pobres, y no para entrar en un estado depobreza. Hay muchos pobres que no practican el amor. En cuanto a laobediencia es obvio que no es medio de practicar el amor. Muchasveces la obediencia sirve como pretexto para no practicar el amor, comosucedió en la parábola del buen samaritano.Entonces la vida religiosa viene de otra fuente. Viene del DiosCreador. Viene de Dios por intermedio de la naturaleza de la persona.Las personas humanas son diversas, tienen diversos dones,inclinaciones, atracciones. Algunas tienen más talento para el arte, otraspara la medicina y los cuidados de los enfermos, otras por los negocios,otras por el deporte y por la fuerza física, otras por la religión y por lamística. El sentimiento religioso no es igual en todos los individuos. Sepuede pensar que casi todos tienen una cierta sensibilidad religiosa, asícomo casi todos tienen una cierta sensibilidad musical. Pero haypersonas, minorías, que tienen este don de manera mucho más intensa.LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI2233NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAQuien tiene semejante don tiende a dedicar la vida a este don, cede aesta atracción. En todas las religiones, hay personas más religiosas,más dedicadas a la religión. No es cosa de los cristianos. Entre loscristianos se encuentra la misma diversidad como en todas lassociedades humanas. La mayor o menor sensibilidad religiosa esindependiente de la santidad. Se puede tener una mayor santidad conuna menor sensibilidad religiosa e inversamente.Lo que manifiesta una vocación religiosa es una atracción natural,una fascinación por la religión. Fascinación por Dios, que no es común atodos. Esta fascinación por Dios no es el amor, y ella existe en todas lasreligiones. Entonces, la vocación religiosa procede de la inclinaciónpersonal hacia Dios, pero esto es diferente del amor y no demuestra demodo alguno una graduación en la santidad. La persona más religiosano por eso es más santa. Se trata de maneras distintas de ser yconsecuentemente de situaciones diferentes en que se debe practicar elamor. Cada uno es llamado a vivir el amor dentro de sus calidades y contodas estas calidades. Pero esa condición no se refiere a un llamado directode Jesús. La vocación para la conversión es la vocación cristiana dirigida atodos. Entre los cristianos algunos son fascinados por la religión, pero esto nolos pone en una posición de superioridad. Este don de religión corresponde aun carisma personal. Los carismas son modelados por los dones naturales,son los dones naturales asumidos dentro del cristianismo, al servicio delamor. Los carismas no son santidad. Ellos son beneficios dados a susreceptores, en cuanto puedan exigir muchos sacrificios, pero ellos se vuelvencristianos cuando están a servicio del amor. La señal de la presencia de loscarismas son los dones naturales.La historia confirma. Los primeros monjes surgieronindependientemente de la Iglesia. Todavía no se sabe como, pero sesabe que no derivan de la comunidad cristiana. Son personas quesintieron en sí una tendencia irresistible para buscar a Dios en eldesierto. Una vocación religiosa es algo irresistible, es una inclinacióntan fuerte que no se puede resistir. Así acontece en todas las religiones.Sin embargo, la vocación cristiana no es un fenómeno irresistible. Ellaexige una respuesta de inteligencia y voluntad, una conversión de vida.Ella es una respuesta a un llamado que viene de fuera. El llamado parala vida religiosa viene de dentro. Nadie puede infundir un carisma a otro.JJOSÉ CCOMBLIN2244RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044No se puede obligar o influenciar: la llamada es interior y a la existe o noexiste.Por eso, en el cristiano el problema es: ¿cómo los religiosos puedenser cristianos? ¿Cómo van a orientar su vida religiosa para subordinarla alamor? Esto problema no es fácil. El ejemplo de los primeros monjesdemuestra que la unidad no fue tan fácil. No se puede pensar que por elhecho de profesar los votos, una persona ya es cristiana. El criterio es lacaridad y la caridad no es obvia para nadie.De cierto modo la vida religiosa es también una historia de cómoconciliar la vida religiosa con el amor. De ahí la distinción entre dospreguntas: 1. ¿Qué es la vida religiosa? 2. ¿Cómo se relaciona la vidareligiosa con la vida cristiana?El ejemplo de los religiosos que convirtieron a los pobres en lasdécadas de los 60 y 70, el ejemplo de P. Aldunate, demuestran estoclaramente. En un momento de su vida religiosa, descubrieron lospobres y descubrieron lo que es el amor. Eran excelentes religiosos,pero aún no habían realmente descubierto el amor.Entonces vamos a examinar sucesivamente las dos cuestiones:¿Qué es la vida religiosa? ¿Cómo un religioso puede ser cristiano hoydía?8.. La viida rrelliigiiosaS. Benito define al monje de la siguiente manera: es aquel queviene a buscar a Dios, viene para buscar a Dios, para dedicar su vida aesa búsqueda. “Quaerere Deum”. Antes de aceptar un candidato, elabaa debe tener la certeza de que el candidato viene realmente parabuscar a Dios y no es movido por otros motivos. La búsqueda de Dios esuna vida entera. No es como si el joven novicio pidiese descubrir a Diosen el primer día del noviciado. Llegará al final de la vida y verá cuantoaun le falta para alcanzar este conocimiento y este convivir con Dios.Hay una teoría elaborada desde esta búsqueda de Dios: se llamateología ascética y mística. Son medios religiosos no exclusivos de loscristianos, pero semejantes a los que se practican en otras religiones.Por eso, todavía, los religiosos pueden aprender mucho de los métodosLLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI2255NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIApracticados en otras religiones en buscar a Dios, así como podríantransmitir mucho de su larga experiencia a los religiosos de otrasreligiones, si tuviesen más contacto.Hay una parte ascética que conduce al religioso a desprendersede todas las preocupaciones que no sean del propio Dios, para quedardisponible y abierta ante Dios. La otra parte, la mística, demuestra comopor la oración se puede llegar a un conocimiento progresivo de Dios quese hace por un despojamiento progresivo de todo el aparatocognoscitivo habitual para alcanzar un cierto contacto con Dios más alláde los conocimientos puramente intelectuales. La forma como describen suexperiencia varía de acuerdo con su religión, pero el movimiento es el mismo.Hubo en la historia una multitud de personas que buscaban a Dios deesta forma. Cada una de acuerdo con su estilo propio, porque todas laspersonas son únicas.Muchas personas nunca pensaron en fundar un instituto, ni enreunir discípulos. Fueron personas muy pobres viviendo en Dios y deDios, fuente de paz y comunión para el pueblo. Podemos presumir queéstos religiosos informales fueron más numerosos que los formales.Algunos, estando en circunstancia privilegiadas, por ejemplo,porque ocupaban una posición social o habían recibido una educaciónque los preparaba para dirigir una institución, o porque tenían dones deliderazgo, fundaron varios institutos religiosos que existieron o aúnexisten. No podemos reducir la vida religiosa a los institutos oficialmentereconocidos a pesar de la importancia social de éstos. Hubo y todavíahay muchos cristianos que vivieron en el celibato, en la pobreza,dedicados a la oración y al servicio al prójimo sin nunca haber sidomiembros de un instituto.En la actualidad, los religiosos tendrán un papel fundamental queconsiste en proponer una espiritualidad auténtica. Estamos asistiendo alaparecimiento de innumeras espiritualidades baratas, que excitan lasensibilidad popular, pero que desvían a los cristianos de la verdaderaespiritualidad. Los religiosos pueden recordarles a los contemporáneosque Dios no se encuentra por medio de emociones superficiales, sinoque la búsqueda de Dios para conocer y amar al verdadero Dios es unaascensión perseverante. La tentación carismática recurre a los métodosJJOSÉ CCOMBLIN2266RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044del marketing como si se pudiese comprar a Dios así de un momentopara el otro por medio de experiencias falsamente espirituales. Hoy díafabrican un Dios barato, de fácil adquisición, pero sin la consistencia quees apenas el reflejo de la sensibilidad religiosa.¿Cómo buscar a Dios hoy día? Éste es el reto fundamental. Yadecimos que estamos asistiendo a un cambio religioso radical. Laspalabras, los títulos tradicionales ya no convencen, más bien suscitanmuchas dudas. Sin embargo, el verdadero Dios es otro, es diferente detodos los discursos tradicionales. Por eso, podemos presumir que labúsqueda de Dios no queda afectada por la crisis cultural, pero ella debeprescindir de las teologías antiguas (anteriores a 1970) que sabenmucho sobre Dios, pero hablan de un ídolo y no del verdadero Dios.La propia palabra “Dios” está muy comprometida por sus orígenesgriegos-romanas. Ésta no dice nada más a los que realmente buscan aDios, a quienes el fundamento, la totalidad, el inicio y el fin de todo.Necesitamos inventar otro lenguaje si queremos llamar la atención delos contemporáneos. Necesitamos inventar sobretodo un nuevo silencioporque el verdadero Dios no tiene nombre. Volveremos a los místicosque justamente enseñaron a hablar de Dios más allá de todas laspalabras y de todos los títulos.Los movimientos espirituales del siglo XX destacaron elementosbásicos. Por ejemplo, que Dios está en el otro. El otro desconcierta,desestabiliza y por eso en general los seres humanos no quieren saberdel otro. En la alteridad está una manifestación de Dios.Dios está en los pobres, o sea, en la convivencia con los pobresporque “los pobres” son por excelencia “los otros”: incomodan,cuestionan, dejan sin respuesta, desequilibran todo el pensamiento.No se trata de la pobreza en sí, porque la pobreza puede ser elhecho de los filósofos cínicos en los tiempos del imperio romano. Setrata de la convivencia con los pobres, que obliga a un despojamiento detoda pretensión porque su presencia deshace todas las certezas ydestruye todas las seguridades.LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI2277NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIA9.. La Viida Relliigiiosa y llos iinsttiittuttosComo ya he dicho, es necesario hacer una distinción clara entre lavida religiosa y los institutos religiosos. Éstos pretenden estimular yorientar la vida religiosa de sus miembros. Pero no es evidente que loestén haciendo. Es bien conocido que la primera generación, la de losfundadores, es única. Desde la segunda generación comienza afuncionar la organización del instituto y entran las leyes de la sociología.Otras fuerzas comienzan a perturbar la experiencia fundante. La mismacosa aconteció con el propio Jesús, en la segunda generación ya seformó una Iglesia diferente de aquella que Jesús había vivido. Fue loque provocó durante 20 siglos tantos movimientos para retornar alverdadero Jesús.A partir de la segunda generación, la evolución del institutoobedece necesariamente a las leyes de cualquier institución humana, enla Iglesia, no les gusta someterse a los criterios de las cienciashumanas. Creen que los institutos religiosos, como el propio clero,porque tienen pretensión religiosa, escapan a las leyes de todainstitución. Creen que basta invocar nombres religiosos para que lainstitución religiosa sea diferente de las otras. ¡Pura ilusión! Comoinstitución, funciona como las otras.Progresivamente el instituto tiende a volverse propiedad suya. Losmiembros están llamados a integrar el desenvolvimiento del instituto.Luego, viene la tentación del poder: económico, cultural, social y político.Todo eso es bien conocido pero la jerarquía se niega terminantemente aser juzgada como todas las instituciones humanas. Como si el hecho dehacer un discurso religioso bastase para ponerse ya en el plano de Dios,en la cima de las condiciones terrestres.La rutina, los hábitos, las costumbres, la adaptación a una ciertamediocridad penetran en todos los institutos. Si no se haceperiódicamente una reforma, la burocracia continúa aumentando. Lapobreza deja de ser pobreza, la obediencia se vuelve administrativa y elcelibato aparece como un gran sacrificio ofrecido a Dios y que merecemuchas compensaciones en lugar de ser una mayor libertad.Necesitamos decidir lo que buscamos. ¿Queremos salvar la vidareligiosa o salvar los institutos? ¿Buscar la expresión nueva de la vidaJJOSÉ CCOMBLIN2288RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044religiosa o buscar el sobrevivir del instituto en medio de los cambios delos tiempos? No es la misma cosa.Hoy día muchos jóvenes buscan una espiritualidad fuera de lasinstituciones católicas. ¿Por qué será? No se puede negar que hayaentre los religiosos grupos que viven una nueva espiritualidad dentro dela cultura contemporánea. No se trata de adaptaciones al modo de vivircapitalista, sino de verdaderas creaciones de nuevas expresiones debuscar a Dios. Sin embargo la impresión que se ofrece de la vidareligiosa en su conjunto, es de mucho formalismo en las tradicionesanteriores. O de adaptaciones a las nuevas modas religiosas, pero queno ofrecen una camino de ascensión espiritual en la búsqueda de Diosde manera convincente, para mentalidades que ya no respetan lasformas tradicionales, ni veneran el pasado por ser pasado. Hay una faltade espiritualidades capaces de competir con las nuevas espiritualidadesque conquistan el mundo religioso.10.. La Viida Relliigiiosa y ell amorrExiste en el pueblo el preconcepto de que basta ser religioso parasalvarse. Esta impresión también puede existir en los propios religiosos.Por tanto, solamente el amor salva. Porque el amor ya es la salvación.Quien practica el amor ya está en la salvación, ya está en la vida eterna.El amor no es evidente para los religiosos. Acontece fácilmenteque el instituto sea él mismo la prioridad y todo lo hacen de acuerdo conel bien del instituto. O entonces cultivan las propias virtudes suyas. Elreto actual es: ¿cómo vivir el amor en la vida religiosa hoy día, dada lasociedad en que estamos?El amor es gracia y no se puede construir o fabricar artificialmente.El es creación de cada persona. Pero un joven religioso debe saber queva tener que hacer su vida de amor. No basta ser religioso o religiosa.Ser religioso es una respuesta a una inspiración personal. Después deeso viene el llamado de Jesús para amar. Entre los criterios de admisiónestá con certeza la capacidad de amar. Algunos pueden buscar en elmonasterio justamente un refugio para no tener que enfrentar la vidahumana normal y, viene al convento, no para amar sino para poder noamar.LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI2299NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIALa vida religiosa corresponde a un carisma, pero ningún carismasalva. Un obispo no se salva por ser obispo, un apóstol no se salva porel apostolado, uno teólogo no se salva por ser teólogo y un religioso nose salva porque observa las reglas.El desafío es grande y la respuesta urge. Estamos en unasociedad ultra-individualista en que la promoción del individuo es elúnico valor reconocido. El amor desapareció de la ideología socialdominante. En la relación sexual misma habrá pasión, deseo, gozo, peroel amor es algo desconocido. Esto no quiere decir que no existe el amor.Pero ello no está en la línea de la cultura dominante. Amar es navegarcontra la corriente. Quienes aman deben de cierta forma pedir disculpaspor ser tan anticuados. Esta es la ideología dominante. Todo esorganizado para que todos tengan que luchar contra todos. No haysolidaridad en el trabajo, porque cada uno es amenazado y debe lucharpara que otros sean eliminados. No hay solidaridad en la comunidad.Porque no se puede perder tiempo al servicio de la comunidad, ya quees preciso estudiar, aprender para competir mejor. Y así porconsiguiente.Este espíritu individualista y de competición entró también en laIglesia, con la entrada del marketing católico, el individualismo y elconsumismo religioso ya entraron en la oficialidad. Cada uno esestimulado a consumir el mayor número de actos religiosos y el religiosoes un consumidor de bienes religiosos. Se valora por la cantidad deactos religiosos que realiza. El amor desapareció de las perspectivas.Necesita hacer tal cantidad de actos religiosos. El comercio religiosomultiplica los atractivos para que el consumidor esté feliz consumiendosus bienes religiosos.El gran reto es este contexto individualista. Necesitamos reinventarel amor. Lo que está claro es que en una sociedad infinitam ente diversay compleja, habrá una gran diversidad de expresiones de amor y cadauno de nosotros ocupa solamente una porción minúscula de esasociedad. Por eso habrá una inmensa creatividad de trabajos y serviciosmúltiples y diversos.Una institución no ama. Un instituto religioso no ama. Solamentelas personas pueden amar. Pero una institución puede ser exigente yJJOSÉ CCOMBLIN3300RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044querer dominar la vida de sus miembros de tal modo que todo esté alservicio de la institución y no reste ninguna energía para amar, o sea,para servir al prójimo en su necesidad. Ni siquiera se toma conocimientode esa necesidad. Éste es el gran desafío de los institutos en el mundoactual: formar para amar.En la época de la cristiandad, en que el valor religioso era el valorsupremo, la experiencia de Dios se hacía en la grandeza de lainstitución: la grandeza y la belleza de las iglesias, de los monasterios,de los conventos y otros monumentos religiosos, la grandeza y lariqueza de las liturgias y de la jerarquía. Todo lo que era grandeza eraimagen y revelación de Dios y despertaba un sentimiento religioso. Lagrandeza material podía fácilmente olvidar lo principal. Por eso S.Francisco no quería aceptar ninguna de las reglas religiosas que habíaen su tiempo: en ellas la grandeza de la institución prevalecía ymantenía la ilusión de que en esa grandeza estaba el verdadero culto aDios. Esta época está pasando mientras algunos todavía mantienen lailusión.Millones de turistas visitan la Basílica de S. Pedro en Roma.¿Cuántos tienen en eso una experiencia de Dios? Casi nadie. No senota ninguna emoción religiosa, sino apenas una emoción estética anteuna obra de arte. La misma cosa sucede en la Capilla Sixtina y en losmonumentos religiosos, otro tanto pasa en los monumentos de la vidareligiosa.Hoy día no se hace la experiencia de Dios en la grandeza de lasinstituciones, en el poder de los institutos o en la belleza de losmonumentos. Muy por el contrario, aquello despierta sospechas.Los institutos deben tener una presencia discreta porque están alservicio de la vocación de sus miembros. Deben buscar la prioridad delamor en la cima de todos los actos que forman parte de la vida religiosa.La religión no es una virtud teológica pero sí el amor.No se puede querer que todos los jóvenes que se sientanimplicados en compromisos de amar, entren en la vida religiosa. Sercapaz de amar no quiere decir carisma religioso. Puede amar mucho yno tener mucho gusto por la vida religiosa, por la oración, por laLLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI3311NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIAbúsqueda de Dios en el sentido religioso. Ser cristiano perfecto es unacosa y ser religioso es otra cosa. Jesús exige la perfección de todos susdiscípulos y la perfección está en el amor.Siempre hay varones y mujeres a la búsqueda de Dios, buscandouna vida que llamamos religiosa. Pero hay dos problemas en cuestión:¿ellos van encontrar en el cristianismo un camino para realizar estabúsqueda de Dios? Esto quiere decir: ¿la Iglesia actual es capaz deenseñar caminos de espiritualidad inspirados en Jesús? La segunda es:¿los institutos ofrecen un camino espiritual a los que buscan a Dios, oprovocan un rechazo, porque los que buscan a Dios no encuentran enellos lo que estaban buscando?Las respuestas no son evidentes. La impresión que la gente tiene,es que no se toma el desafío con la suficiente seriedad. La ventaja delos movimientos integristas es que llevan todo muy en serio. Mantienenuna espiritualidad fuerte, exigencias difíciles, y por eso convencen.Quieren prolongar un pasado que está agonizando, pero en el momentoellos triunfan.¿Qué acontece con los otros? Después del Vaticano II, todas lasinstituciones católicas tuvieron que adaptar su discurso en función de lostextos conciliares. Sin embargo, muchos cambios se limitaron aldiscurso. Se tiene la impresión de que esto aconteció también de algunamanera en varias instituciones religiosas.Por otra parte sobre el pretexto del aggiornamento hubo unatendencia muy fuerte para atenuar las exigencias, y para introducirdiscretamente comodidades y facilidades de vida que caracterizan elestilo de vida de la burguesía. Mucha complacencia por el cuerpo,dificultad para aguantar sufrimientos, cansancio, provocacionessicológicas. Pronto surgen: la necesidad de descanso, de reposo, devacaciones, de pausas en el trabajo, la limitación de las actividades, lanecesidad de más distracciones. Todo eso se justifica a partir derazones inspiradas en el estilo de vida burgués.Surge la pregunta: ¿los cambios fueron en el sentido de aumentarla exigencia del amor? ¿Los cambios aumentaran la práctica del amorpara con el pueblo sufrido? Algunas veces, se tiene la impresión de quela capacidad de amar no se cultiva como otrora y que las exigencias seJJOSÉ CCOMBLIN3322RREVISTA DDIAKONIA NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044volvieron mucho más tolerantes. El comodismo muchas veces yacomienza en los años de formación. El comodismo no va a facilitar ladedicación de la persona al amor.Hay dos desafíos que están ante los institutos: 1. unaespiritualidad más fuerte, más personalizada y más comprensible paranuestros contemporáneos; 2. una subordinación de la vida religiosa alamor vivido plenamente.Cuando se piensa en las campañas vocacionales, algunas vecesvienen a la mente las palabras de Jesús a los fariseos: “¡ay de ustedes,letrados y fariseos, hipócritas!, que recorren mar y tierra para ganar unprosélito, y cuando lo hacen merecedor del fuego el doble que ustedes”(Mt 23,15). ¿Reclutamiento para qué? ¿Para una vida cómoda,sosegada, segura, protegida? ¿Será para amar más y másradicalmente? ¿Cuáles son los argumentos usados para convencer aesta juventud? ¿Qué es lo que se les propone? ¿Cómo entienden lapropuesta?En la América Latina hubo una generación, que ahora está cercadel fin. ¿La lección estará perdida? Las nuevas generaciones noconocieron las circunstancias de aquel tiempo. No imaginan lo queaconteció en los años 70. De nada sirve mirar hacia el pasado. ¿Mirandohacia la humanidad de hoy, cómo amar? ¿Y cómo enseñar el amor a losque se sienten atraídos por lo religioso? No hay respuestasintelectuales. La teología nunca inventa nada. Apenas comenta lo queestá aconteciendo. La respuesta estará en la vida. También, el problemano es la vida religiosa. El problema es el amor, la caridad.Cuesttiiones parra ayudarr a lla llectturra iindiiviiduall o ell debatte en comuniidadSon muchas las preguntas que el autor hace a lo largo del artículo.Sugerimos algunas para la reflexión personal y debate en comunidad. Siprefiere, escoge otras.1- ¿Será que los Institutos religiosos se presentan a los jóvenes como caminospara descubrir a Dios, para llegar al descubrimiento de Dios? ¿O será queson apenas refugios para aquellos que quedan apegados al “Diostradicional” y procuran una seguridad en este Dios?LLOS INTERROGANTES DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL SIGLO XXI3333NN°° 111122,, DICIEMBRE 22000044 RREVISTA DDIAKONIA2- ¿La Iglesia actual es capaz de enseñar caminos de espiritualidad inspiradosen Jesús? ¿Y la vida religiosa?3- ¿Los cambios que hoy se están haciendo en la vida religiosa son hechos enel sentido de aumentar las exigencias del amor? ¿Ellas aumentarán lapráctica del amor para con el pueblo sufrido?Traducido por: Valério Paulo Sartor, s.j.Comblin, José. «Los interrogantes de la Vida Religiosa en el siglo XXI» RevistaConvergencia. Brasil, 370 (Marzo 2004), pp. 76-95No se quede sin su DIAKONIA. Servicio de laFe y Promoción de la justiciadiakonia@ns.uca.edu.niUna publicación editada por la Compañíade Jesús en Centroamérica. Ahora,tenemos otros Centros de Distribución,en los que usted podrá adquirirla.Centro Monseñor Romero. UCA de SanSalvador. P. German Rosa Borjas, sj.Instituto Centroamericano deEspiritualidad (ICE) de Guatemala. Sr.Vinicio MoralesCentro Ignaciano de Centroamérica. UCAde Managua. Sra. Juanita Rivera

No hay comentarios: