domingo, 23 de septiembre de 2007

En el Universo plumífero de los chat telefónicos

En el universo plumífero de los chat telefónicos y de Internet, las expresiones clasistas, racistas abundan.

Es común encontrar mensajes como el siguiente “ deseo conocer mino, que no sea viejo, feo ni peruano” “ Se busca mino de gim, yo de las Condes” a estas manifestaciones se agregan insultos y burlas a quien dice venir de Pudahuel o la Pintana u otras Comunas populares.

Nadie que se ofrece en el mercado de la mentira telefónica o de Internet, baja a la disco más barata o al bar común y corriente. Todos quieren dejar la impresión que vienen directo de Islas Vírgenes, aunque la noche de Viernes la pase con un simple trago y las manos pegadas al cuerpo del frió teclado computacional.

Decidí escribir sobre este tema pensando en un personaje que conocí, digno de ser rescatado por la pluma de un guionista de teleserie: Gay, mitómano, prepotente, dedicado desde la mala pintura, a vivir como artista plástico con el dinero de otro.

La galería antes nombrada la corona con el perro pood que pasea impunemente dejando la estela maricucha de “ Regia”

He llegado a la conclusión que la más feroz, desclasada y arrogante es la loca marginal que a punta de codazos y mentiras se instala en el espacio vociferante de la noche para crear su mundo de “ Papa y mama” donde todo es mentira.

Razón tenia la tacones lejanos, un travestí minusválido, poseedor de la propiedad del barrio Biblioteca Nacional, donde sentó sus reales insultando a cuanta loca fashion osara mirarla con curiosidad.

El personaje pintarrajeador de bloc - a quien aludí- cuando aterrizo en el bus del alba, desde Temuco en Santiago, su primera pregunta fue “ donde queda la Embajada de EEUU, pues antes ese lugar fue el Palacio Bruna y perteneció a mis abuelos”

El mismo que en su pobreza desvalida colibrí, repartía folletos publicitarios en las calles de la capital IX Región.

Matías Undurraga Ferrer, Felipe Montt y otros de resonancia, son nombres que pertenecen al imaginario de loca pobre buscando reconocimiento a su desvalidez maricona, inseguro, que ha hecho de la mentira una forma de vida.

Aunque caminamos a pasos fuertes por el siglo 21, - con su aceptación de diferentes realidades- la loca sigue sintiéndose la guinda de la torta, planificando viernes de poco dinero pero intenso baile. Sus días se estructuran para la eterna fiesta, que en un cercano tiempo la edad pasara su cuenta.

Bruna es el apellido de la loca “ Picasso” con sus gestos grandilocuentes, la palabra filuda, tenida escasa, comprada en Bandera en la colorinche subasta de desperdicio Yakee. Con mirada torva para el pobre, peruano, empleada, negro.

Los Bruna, son las locas que van por la vida, viviendo de quien las alimenta y les da un cobijo a cambio de risa y compañía que mata la soledad de tener mas de 30 años y con notable abandono de los dioses de la belleza.

El paseo en los chatt deja en evidencia que la realidad gay tiene mucho fundamento en la mentira.

Falta reconocerse en los otros que luchan

Encandilan demasiado las luces, aunque estén lejos

Es maricon, sirve para bailar, entretener, tiene buen gusto. pero nada mas.

Falta solidaridad

La grandilocuencia de palabra, oculta la pequeñez intelectual

El chatt en sus diferentes manifestaciones es el mejor espejo para ver la cara de la loca que tras el grito divertido muestra una desvalidez de sentimientos, donde el tener parece ser más importante que el ser.

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