Fiebre
Amanece
botado en cama
vueltas
ahogado en lágrimas, sudor, mi cuerpo despide
olor nauseabundo
de vejez
soledad y olvido.
Las poses que ejercí
la fiebre trae y lleva quejidos
palabras sueltas
mezcla de nombres, traiciones
y amor maricón contenido, mientras el sexo lubrica las carnes.
No sé cuanta fiebre me recorre
soy grito orgásmico
cerrado los ojos, clamo, pido
en posición fetal, destapado, te llamo María Meza Herrera
la muerte que seduce
retiene tus pasos madre
Lloro, tirito, tengo frío
Iván no está conmigo para que en la mortaja
de sus manos se imprima mi rostro.
Mi cuerpo desnudo
delgado, peludo, destartalado
quejido en el deambular de Santiago
Ojalá esta noche
desde la inconsciencia de la fiebre y dolor
pase a la muerte
sin llorar ni despedirme de tí Iván Miño.
lunes, 24 de septiembre de 2007
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