miércoles, 26 de diciembre de 2007

Santa María - Otro de los Crímenes del Ejército de Chile.

Santa María de Iquique, otro de los crímenes del Ejército de Chile
LA HISTORIA OFICIAL jamás lo mencionó, así como decenas de hechos similares que ocurrieron en Chile entre los inicios del siglo veinte y los años cuarenta. Nos educaron en la ignorancia y nos contaron cuentos, como dicen Los Prisioneros.
Sta María de Iquique, otro de los crímenes del Ejército de Chile Son muchos, a lo largo de nuestra historia, los episodios en que orgullosos oficiales han usado para reprimir brutalmente al pueblo las armas que les entregamos para protegernos Homero Altamirano 21 de diciembre de 2007 Publicado en: Chileinforma.com LA HISTORIA OFICIAL jamás lo mencionó, así como decenas de hechos similares que ocurrieron en Chile entre los inicios del siglo veinte y los años cuarenta. Nos educaron en la ignorancia y nos contaron cuentos, como dicen Los Prisioneros.
Fue necesario que un iquiqueño, llamado Luis Advis, músico autodidacta, recuperara la memoria perdida y a fines de 1969 diera origen a la monumental obra denominada Cantata de Santa María de Iquique, para que los chilenos nos enteráramos que el ejército de Chile siempre estuvo al servicio de los poderosos y que sus oficiales mandaron a hermanos a asesinar hermanos. En el marco del Segundo Festival de la Nueva Canción Chilena, organizado por el Departamento de Extensión Cultural de la Universidad Católica, en julio de 1970, fue presentada la obra de Luis Advis, interpretada por el conjunto Quilapayún y el relato potente del actor Hector Duvauchelle, generando un impacto de proporciones en la sociedad chilena. Se conmemoran los cien años de aquella tragedia, este 21 de diciembre y creo que las nuevas generaciones están siendo impactadas por la difusión de este terrible momento, que no está registrado en los libros de historia que usan nuestros hijos en sus colegios. Con la difusión de la Cantata de Santa María de Iquique, pudimos enterarnos de otros hechos de violencia perpetrados por los soldados chilenos en contra de los trabajadores y que tampoco están registrados en la historia oficial: • Represión contra portuarios en Valparaíso, 12 de mayo de 1903. Tropas disuelven las manifestaciones dejando decenas de muertos. • Huelga “de la carne” el 22 de octubre de 1905, Tropas atacan dejando 70 muertos y 300 heridos en Santiago. • 6 de febrero de 1906, soldados del Regimiento Esmeralda, Séptimo de Línea, de Antofagasta, arremeten contra huelguistas en la Plaza Colón de Antofagasta, 10 muertos. • 1917 soldados del ejercito atacan a mujeres que solidarizan con la huelga de los ferroviarios en Antofagasta varias mujeres muertas y heridas. • 23 de enero de 1919. Contra obreros de Puerto Natales, por militares y policía. 6 muertos. • 27 de julio de 1920. Contra trabajadores de Punta Arenas: asalto e incendio de sede de Federación Obrera de Magallanes, por soldados, policías y "guardias blancas". Alrededor de 30 asesinados en asalto y posterior terror. • En 1919 en Puerto Natales y Puerto Bories fuerzas del ejercito venidas desde Punta Arenas, matan a decenas de trabajadores • El 20 de Junio de 1920, fuerzas del ejercito y de carabineros rodean el local de la Federación Obrera de Magallanes, incendian el local, muriendo calcinadas más de 30 personas. • 6 obreros mueren en la oficina salitrera San Gregorio en 1921. • En junio de 1925 se declara una huelga general en Tarapacá. En un intento por sofocar el movimiento el gobierno decreta el estado de sitio y ordena al ejercito atacar con artillería las oficinas de La Coruña, Pontevedra, Barrenechea y Marusia. • En la Navidad de 1931, en Copiapó y Vallenar, obreros en huelga, son duramente reprimidos, con resultados de muertos y heridos. •
En abril de 1934, durante el gobierno de Arturo Alessandri se ordena el asalto a la sede central de la FOCH en Santiago, resultando 7 muertos y mas de 200 heridos. • El mismo año entre junio y julio se produjo la masacre de Ranquil en la provincia de Cautín, muriendo centenares de campesinos mapuches y obreros. En estos últimos 15 años he tenido la oportunidad de trabajar en la Pampa del Tamarugal y conocer las ruinas de los cientos de campamentos u oficinas salitreras donde rindieron su vida miles de obreros anónimos que yacen hoy en los cementerios abandonados que ninguna autoridad ha protegido. He tenido acceso a varias publicaciones de investigadores de la Universidad Arturo Prat de Iquique, que me han permitido ir reconstruyendo la verdadera epopeya de la que fueron actores miles de trabajadores chilenos, peruanos, bolivianos y argentinos, que trabajando bajo el inclemente sol del desierto y soportando las bajas temperaturas nocturnas, fueron dejando su vida para generar el apreciado salitre u “oro blanco”, cuyo comercio enriqueció a grandes capitalistas ingleses y algunos chilenos los que sometieron a los obreros salitreros a una explotación inmisericorde. Eran “enganchados” en el sur y en el norte por agentes de las compañías mineras. Desde ese momento pasaban a ser “propiedad” de dichas compañías. Vivían en campamentos que más parecían campos de concentración. No recibían salario, solo fichas que servían para cambiarlas por comida, vestimenta y otros artículos en los negocios de la compañía o pulperías, el valor del intercambio lo fijaban los empleados de la compañía. Trabajaban 12 y 14 horas diarias. No podían cambiarse de campamento, la policía particular los vigilaba día y noche. No había comercio alternativo a la pulpería y la medición del trabajo realizado en la calichera era realizado al arbitrio de los capataces. Por eso bajaron a Iquique a protestar los obreros del salitre en diciembre de 1907. Aprendí que la guerra del Pacífico fue instigada y organizada por los empresarios ingleses, ante medidas de las autoridades peruanas y bolivianas que significarían alza de impuestos. Estos empresarios se aliaron con algunos empresarios y banqueros chilenos, financiaron la compra de armamentos y lograron que estallara la guerra. Cuando ya se veía que la superioridad militar del ejército chileno era evidente, los empresarios ingleses compraron los derechos mineros a los empresarios peruanos que huían y lograron que el Gobierno chileno reconociera esos títulos al finalizar la guerra. Cuando a fines del siglo 19 comenzó la primera crisis del salitre, los empresarios ingleses consiguieron vender sus títulos al gobierno chileno a buen precio y se retiraron del negocio. El ejemplo más claro de estas maniobras está en el comerciante inglés Thomas North, quien además financió el levantamiento militar contra el Presidente Balmaceda y se alió con parlamentarios de derecha y la Armada para oponerse al programa de Nacionalización del salitre que proponía el Presidente (¿Alguna coincidencia?) Tuve la oportunidad de leer un artículo que este sujeto escribió en el Times de Londres, antes de la caída de Balmaceda, donde entrega argumento similares a los utilizados por la derecha política en 1973, para justificar el alzamiento de los insurgentes. North amasó una inmensa fortuna a costa de los obreros salitreros, se autoproclamó “rey del salitre”, vendió sus pertenencias al Estado chileno en buena plata y cambió de rubro instalándose en Sudáfrica para la explotación de diamantes y oro. Hoy día sus descendientes forman parte de la elite de los hombres mas ricos del mundo. Toda esta situación fue la causa del levantamiento obrero de diciembre de 1907. Abandonaron las faenas y miles marcharon con sus familias a través del desierto para llegar a Iquique. Allí fueron tramitados hasta que el intendente de Tarapacá, el señor Eastman, (hasta el intendente era inglés), dio la orden de disparar contra los rotosos que desafiaban el poder de los señores. Hoy, cien años después comienza a ser develada una verdad que permaneció oculta por tantos años...Invito a los lectores a revisar las páginas de la internet (ver dos videos mas abajo) porque allí hoy día es posible encontrar importantes testimonios sobre la verdadera historia de nuestro país. Los obreros del salitre dieron inicio a un proceso de lucha por la dignidad de las personas, por una vida mejor, por el derecho a recibir los beneficios de una riqueza que ellos ayudaron a crear. Esa lucha todavía continúa, en la industria minera, en la industria forestal, en las empresas frutícolas, avícolas, etc, ¿Se repetirá la historia?....Dice la Cantata: “Ustedes que ya escucharon La historia que se contó No sigan allí sentados Pensando que ya pasó No basta solo el recuerdo El canto no bastará No basta solo el lamento Miremos la realidad Quizás mañana o pasado O bien en un tiempo mas La historia que hemos contado de nuevo sucederá. Es Chile un país tan largo, mil cosas pueden pasar si es que no nos preparamos resueltos para luchar.
Tenemos razones puras, tenemos por qué pelear. Tenemos las manos duras, tenemos con qué ganar. Unámonos como hermanos que nadie nos vencerá. Si quieren esclavizarnos, jamás lo podrán lograr”.

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