jueves, 4 de octubre de 2007

Sodano; El Invitado de Piedra

Lamentable el espectáculo que algunos católicos – y Monseñor Errazuriz- están dando a propósito de la columna de opinión de Carlos Peña en El Mercurio. La misiva del prelado santiaguino esta redactada desde la pasión ciega defendiendo a un dignatario como Sodano que desde años esta en el centro de la polémica.

Alguien debe asumir que fue un error exponer al decano del cuerpo cardenalicio ante el chile real que ama y valora la figura del Cardenal Silva Henríquez. Pienso que quien lo invito a tan magno evento no tiene ninguna estima por monseñor. Es de público conocimiento – hasta para legos en la materia- que Don Raúl no comulgaba con Sodano.

No entiendo el revuelo por las palabras de Peña. Sodano no fue precisamente la figura eclesial defendiendo los derechos humanos. Tampoco el aliado de los obispos que clamaban por sus ovejas degolladas. Si fue la voz que por todos los medios ayudo a “Blanquear” la figura de Pinochet.

Los que un día fuimos detenidos – entre curas y monjas- por reclamar en contra de la tortura, y luego entregados en la Nunciatura – donde afuera de sus puertas- nos esperaban los servicios de seguridad de la dictadura, sábenos de la poca misericordia y trato vejatorio que nos dio Sodano.

Nos quedo patente que no le interesaba la tortura, sino quedar bien con el régimen.

Ser antes que pastor y sacerdote; diplomático.

Carlos Peña ha dicho lo que todo católico y hombre de buena voluntad sabe que ocurrió en el interior de la iglesia, y quienes fueron sus pastores y consoladores en los momentos de aflicción, y quienes fueron y son los defensores, justificadores y cómplices en las abominables practicas en contra del hombre – hecho a imagen y semejanza de Dios-

Soy católico, y con dolor expreso mi vergüenza por las palabras de Monseñor Errazuriz; Me sonroja su falta de vuelo intelectual. Con su lógica de “pastelero a tus pasteles” alguien podría decir “Los curas a las sacristías”

Expresión emitida sin duda por un simplón.

Sodano es parte – les guste o no - de un triste y doloroso pasado. Sus aplaudidores tienen en su currículum algún vínculo con el poder dictatorial. Mientras que nosotros – sin fanfarria- agradecemos a Dios por las palabras de Carlos Peña - un trozo más de reparación y justicia- en medio tanta mentira y tergiversación de la historia.

Carlos Ernesto Sánchez.

No hay comentarios: